Análisis: Madre mía que estás en los infiernos y el arte de la desilusión

Generalmente, su familia son la gente que debe apoyarle, pero no es el caso para la familia de la Adela Guzmán. Una y otra vez, Adela se sentía defraudado por su familia, específicamente por su madre. La relación de Adela con su madre es una faceta significante de la trama de la novela. Al final de la novela, Adela se di cuenta que su madre es la causa de todos de sus problemas y el muerto de su madre actualmente causa una catarsis positiva. En clase, nosotros discutimos que si fue acertada para Adela a dar la culpa del dolor en su vida a su madre. No creo que nosotros podamos saber la causa de toda de la tristeza de los problemas de la vida de Adela, pero según Adela, este es la realidad y los sentimientos de su personaje. A la vanguardia de la relación de Adela con su madre puede resumir, en una palabra: desilusión. Según Adela, la desilusión fue la única cosa que su madre le ha dado. Sin embargo, el ciclo de la desilusión continua con Adela y su hijo, Rubén. No es intencionada, pero Rubén fue desilusionado con su madre debido a la ausencia de Adela. Creo que el tema central de la novela es el tema desilusión y el ciclo de la desilusión que continua entre de las generaciones.

La madre de Adela es una fuerza omnipresente en la novela y a menudo el objeto del desdén de Adela. En la forma de las escenas retrospectivas, Adela revive los momentos que su madre le ha traído desilusión. Un punto especifico que su madre ha fracasado a Adela ocurría cuando Adela era niña. Cuando Adela era una niña, Pinuco, un novio de su madre, le ha agredido sexualmente muchas veces (Jiménez 34). Mientras Adela no ha divulgado el abuso sexual, el hecho es que su madre fracasaba a proteger su hija porque no estaba presente cuando el abuso ocurría. Es probable que los incidentes desencadenen la hipersexualidad y la promiscuidad de Adela debido a las victimas del abuso sexual a menudo sufren estos síntomas. Desafortunadamente, la experiencia de Adela con Pinuco no es la ultima vez que su madre le ha desilusionada a Adela. Otro momento que su madre desilusiona a Adela fue durante su graduación de universidad. Su madre no asistió la graduación de Adela, aunque ella ha dicho que asistirá. En pagina 165, Adela se lamenta, “Mami dijo que iría, pero todavía la estoy esperando” (Jiménez). Su madre ha prometido a estar allí por esto momento especial, pero de nuevo la madre de Adela decepcionaba. Como resultado, Adela se recuerda su logro con tristeza (Jiménez 165). En mi opinión, creo que hay culpa compartida en la madre de Adela y Cuchito, el novio de la madre. La madre de Adela se permitía Cuchito a controlar sus vidas, y no había el espacio para Adela en sus vidas. Desde ese instante, Adela ha creído que su relación con su madre fue rota, pero Adela todavía tenia que depender de su madre cuidar sus hijos cuando están nacidos. Sin embargo, Adela no puede parar el sentimiento de la desilusión en referencia a su madre. La vez final que la madre de Adela le decepcionó cuando ella se volvió a Coa para ver sus hijos y escapar a Reinaldo. Cuando Adela se reunió con sus hijos, su hijo Rubén fue distante con ella. Con la insistencia de Adela, tía Euduvigis reveló que Rubén y Cuchito no se llevan bien y un día Cuchito ha lastimado a Rubén (Jiménez 223). Esta revelación le hace sentir a Adela con mucha enoja, tristeza, y desilusión porque otra vez su madre fracasó a proteger un miembro de la familia, su nieto.

Desafortunadamente, el ciclo de la desilusión no para con Adela y continua con las generaciones. Rubén es el primer hijo de Adela y es claro que el se siente abandonado por su madre. Al principio de la vida de Rubén, Adela no tenía estabilidad y no quería casarse con el padre de Rubén, una elección que su prima Lucecita creía que es un error (Jiménez 209). Como resultado, Rubén ha crecido sin un padre, una realidad diferente de sus hermanas, Victoria y Marcia. La vida de Rubén tenía una empieza insegura y las elecciones de Adela ha estabilizado este hecho. La tensión entre Adela y Rubén creció cuando Adela se volvió a Coa. Rubén fue distante con Adela y mas tarde la tía Euduvigis ha contado a Adela que Rubén ha durado el abuso de Cuchito. Adela está con el corazón roto en reacción a estas noticias. Cuando ella estuvo reflejando en la situación, ella pensó, “Ahora entendía esa mirada fronteriza de Rubén, su despego… ¿Me odiaría?” (Jiménez 223). En ese momento, Adela se di cuenta que Rubén probablemente se sentía el resentimiento a Adela porque según Rubén, su madre le abandonó. Además, Adela concluye que Rubén se siente aislado porque no tiene nadie su propia edad, diferente a sus hermanas Victoria y Marcia (Jiménez 219). El sentimiento de abandono de Rubén es la evidencia que señala la continuación del ciclo de desilusión con Adela y Rubén. Rubén actualmente expresa su enoja con Adela al final de la novela. Cuando Adela trató a reconciliar con Rubén, de repente él se volvió muy frustrado y gritó, “¡Usted no sabe nada!” (Jiménez 246). En ese momento, Adela se di cuenta que su relación con su hijo fue rota debido a su ausencia de su vida, y ella le ha traído la desilusión como su madre a Adela.

Hay muchos temas que investiga los dinámicos familiares en esta novela y la desilusión generacional es un tópico grande. Además, hay muchos paralelos entre las relaciones de la novela con Adela y su madre y Adela y Rubén. Este tema enfoca del concepto del trauma generacional, un concepto que no discutido hasta los tiempos recientes. Estas discusiones son importantes porque puede generar conciencia a los dinámicos familiares tóxicos.

Bibliografía

Jiménez, Carmen. Madre mía que estás en los infiernos. Madrid: Siruela, 2008.

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